El Alto es una de esas ciudades, tierra de nadie, donde sus ciudadanos hacen lo que mejor se les venga en gana, las autoridades brillan por ausencia e ineptitud, las normas por las que se rige una ciudad simplemente son pisoteadas por todos.
Hoy abordaremos el tema de las carnicerías y su preocupante falta de higiene en la manipulación de la carne. Advertimos que este artículo puede no ser apto para personas con estómagos sensibles.
La historia que vamos a compartir se desencadenó gracias al coraje de una valiente mujer, propietaria de un restaurante, que decidió sacar a la luz la verdad acerca de las carnicerías en nuestra ciudad. Todo comenzó cuando pedimos un plato de ají de fideo, que formaba parte del menú de su restaurante, pero nos informaron que ya no lo tenían disponible. Según la dueña y cocinera de dicho establecimiento, ella adquiere su carne en supermercados y tiendas reconocidas, evitando así las carnicerías locales. El motivo detrás de esta elección radica en un problema evidente: en las tiendas locales, los empleados manipulan la carne y, a continuación, manejan el dinero sin ni siquiera utilizar guantes de nitrilo, lo que plantea serias preocupaciones en cuanto a la higiene.
Decidimos comprobarlo
Decidimos poner a prueba esta preocupante situación. Nos introdujimos en la cola de una carnicería en la Ceja de El Alto y, a simple vista, observamos que solo había un vendedor presente, lo que dificultaba la atención adecuada a los clientes. La situación se tornó aún más inquietante cuando presenciamos al vendedor cortar la carne y, sin realizar ninguna higiene, manipular el dinero. Surgieron inmediatas interrogantes acerca de dónde habrían estado esas monedas y billetes previamente.
Al expresar nuestra preocupación y hacer una queja al respecto, el vendedor reaccionó con enojo y nos instó a abandonar la carnicería si no teníamos intención de hacer una compra. Lo que nos sorprendió aún más fue que algunos de los propios clientes presentes se alinearon en contra nuestra en lugar de defender sus derechos como consumidores.
¿Cuál es la función del Defensor del Consumidor y la Alcaldía? En El Alto, han proliferado decenas de carnicerías que operan sin las debidas autorizaciones para la venta de carne, y carecen por completo de permisos y capacitación en la manipulación de alimentos.

